lunes, 19 de marzo de 2018

Me llama con voz baja


Cuando despierto a las tres de la mañana, contemplo el techo de mi habitación, siento las cobijas alrededor de mi cuerpo y de inmediato siento crecer en mi interior un vacío, crece lentamente y sé que se alimenta del lado derecho de mi sombra, sé que me espera todo el día en la esquina que hay detrás del ropero y que me llama con voz baja al entrar a la habitación... hay algo que me asusta, quizá sea sólo el hecho que pronto va a amanecer y comenzara otro día, un día con el que quizá no pueda, con el que quizá cambie mi vida, lo bueno o lo malo.


No puedo sino intentar dominar los pensamientos, estructurarlos en largas cadenas de preguntas, darle sentido a los golpeteos que provocan dentro de mi cabeza, ordenarles que se duerman, que se callen, pero a la mitad del intento me pregunto tantas cosas, tantas, como todos, ¿no? … ¿Esta es la vida que quería?, ¿esto es realmente lo que queda por hacer?, ¿estoy yendo en la dirección correcta?, ¿valdrá la pena?, ¿Costará trabajo?, ¿Estarás tú?, ¿habrá alguien por lo menos?




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