lunes, 11 de julio de 2011

el mundo imaginario ...

Me sorprendió mi capacidad para imaginar las cosas y luego hacerlas realidad, la verdad es que me asusto un poco, el terror invadió mis neuronas y comencé a pensar que tal vez, sólo tal vez, nada de esto es real, desde mis dedos hasta mis propio pensamientos. Sin embargo, una parte , hubiera preferido que sólo fuera parte de mi imaginación, aunque la pase muy bien en ese instante  del encuentro entre el mar y el jaguar (palabrería).
A él lo conocí en un cuarto verde, con un cubo verde, con lentes azules y con un caracol, resulto muy extraño el encuentro, F me llevo a aquel lugar, quería volar y así lo hicimos, también nos acompaño E , el vuelo fue muy corto, al menos para mí.


Después de aquel vuelo creí que ya no lo vería, no me importo mucho, sólo lo pensaba cada 23 horas, en realidad no fue para tanto el haberlo conocido, no es que me haya impresionado su manera de sonreír o de hablar o de callar, es sólo que "algo" me gusto.
Luego de la resignación de no compartir el mismo tren, lo invoqué 55 veces y de vez en cuando lo encontraba por el cara-libro , charlamos sobre pollos, casi todas las veces de pollos, no guisados, así, vivitos y coleando,  a "él" le gustan los pollos. No sé porque pero yo no le hable mucho de mí,sólo me gusto leer las letritas que aparecían después de unos segundos de espera y leer ahí : "ya no te hablaré de mis pollos, casi no hablo de pollos aunque gusten mucho". Con sólo eso me conformaba, con leer las letras que "él" apachurraba en su teclado formando palabras, oraciones, párrafos, historias, es algo tan sencillo toda historia tiene sólo 26 letras, todo depende de la combinación.


Fue normal que el tiempo pasará, ni cuenta me di, estaba muy entretenida haciendo dibujos en las nubes de aquellas "islas", además aún no me hacia falta saber más de "él", quizá ahí comenzó el juego de mi imaginación. probablemente fue ahí donde todo comenzó a ser parte de mi recurrente mundo imaginario.
El verdadero problema de mi imaginación no radicaba en haber inventado a un tipo, una historia, un nombre, una vida, a sus amigos, sus manos,sus pies, sus dientes, ese no era el problema. Quizá haberlo inventado fue la tarea fácil. Yo ya me había creído el nuevo invento, el nombre le había quedado perfecto, iba muy de acuerdo con sus "ojos negros piel canela". El verdadero problema era.. era.. era.. que la familia entera lo podía ver, incluso los vecinos, los transeúntes en las callejas, los ancianos y los niños.
El verdadero problema era que casi todos lo podían escuchar y articular pláticas enteras con él.


No sólo yo era presa de mi imaginación, ya todos a mi alrededor percibían el nuevo suceso, la imagen que saque de las neuronas y que logro pasar la línea delgada entre lo real y lo que sólo imaginamos, algo así como un fantasma...


Me preocupa que sea sólo algo que vino a sacarme de la locura y me hundió en algún mar de indiscresion, de aventura. no sé..
¿existirá?, o sólo me lo invente y todos concluyen que él es real para mi bienestar inmaterial..

2 comentarios:

JONaZ dijo...

:D

Abril G. Karera dijo...

Mary! Este texto está genial, noto algo nuevo, divertido, curioso y con esa pizca de melancolía que sólo tú sabes plasmar. Espero que exista. Aunque claro que existe porque si lo piensas está.
Me gustó lo de los pollos.
Saludos n.n